El potencial del agro colombiano

Por: Daniel Tibaquirá Bermúdez

La verdad sea dicha: no sé a cuantos campesinos, líderes gremiales, ministros y hasta presidentes, entre otros, pero sí sé que son muchas personas a las que he escuchado decir que Colombia tiene potencial para convertirse en una gran despensa agrícola mundial. No por nada y con una suerte de pisos térmicos, el país ha sido visto como un gran productor de múltiples vegetales, frutales y, por que no decirlo, como un gran escenario o territorio para llevar a cabo actividades agropecuarias, como por ejemplo la ganadería bovina y bufalina.  

Históricamente, Colombia ha sido reconocido mundialmente como uno de los países con mayor producción de café compitiendo, inclusive, con el gigante suramericano Brasil que por cierto lidera la producción y exportación mundial de grano verde o procesado, y con Vietnam un país que, pese a su pasado reciente en el siglo anterior, ha trabajado fuertemente para superar sus diferencias sociales y políticas para hoy encaminarse a ser un competidor sólido no solamente en el mercado asiático, sino de todo el mundo.

Por otra parte, es preciso destacar el comportamiento de la producción y exportación del aguacate colombiano en su variedad Hass, que en los últimos años y para ser específico en el año 2021, alcanzó exportaciones por 96.357 toneladas según cifras aportadas por la Asociación Nacional de Comercio Exterior – ANALDEX (https://www.analdex.org/2022/12/13/informe-exportaciones-de-aguacate-hass-septiembre-2022/) las cuales se vieron afectadas, dadas las dinámicas sociales y políticas no solamente de Colombia sino del mundo entero como lo son el aumento de precios en los fertilizantes por causa del conflicto en Ucrania y la conocida crisis de los contenedores que afectó seriamente la cadena de suministro a nivel mundial en todos sus eslabones y los productos de la economía por causa de la pandemia de Covid-19. No obstante y ante la rápida recuperación de las dinámicas comerciales mundiales, nuevamente va en franco ascenso consolidándose así como uno de los productos más apetecidos en Países Bajos, Estados Unidos y el Reino Unido, de acuerdo a la información compartida por ANALDEX.

Este es tan solo un ejemplo de la capacidad y del potencial que tiene nuestro país de producir y dar a conocer las inmensas riquezas que da el suelo colombiano, pese a todas las dificultades que enfrentan en el día a día los campesinos y productores, pero ¿Qué desafíos enfrentamos para consolidar a Colombia como la despensa agrícola del mundo?

Sin duda y con ánimos de concentrar, quizás, los males más comunes a los que se enfrenta Colombia para alcanzar tal propósito, son los siguientes: primero, el precio de los insumos para la producción agrícola, sumado a la escases de mano de obra; segundo, el preocupante deterioro de las vías del país, siendo las vías terciarias las más olvidadas y a la vez las más importantes para garantizar al campesino la comercialización de sus productos; tercero, la creciente inseguridad en las zonas rurales por la presencia no solo de Grupos Armados Organizados – GAOS, sino por una delincuencia común que, con violenta alevosía, somete a los campesinos, productores, transportistas, entre otros, a extorsiones y secuestros, entre otros delitos; y cuarto: la falta de tecnificación en las actividades agrícolas, como por ejemplo la implementación de riegos estratégicos y la utilización de otras técnicas, como también la utilización elementos tecnológicos para medir, y entiéndase como un simple ejemplo, la temperatura dentro de un invernadero.

Pero, para alcanzar tan anhelado título de “despensa agrícola mundial”, Colombia debe tener no solo una política pública destinada a la protección y promoción integral del campesino o del productor agrícola por parte del Gobierno Nacional, sino también un acompañamiento permanente por parte de las asociaciones gremiales que existen en el país que son conocedores, de primera mano, de las carencias y necesidades, como también la presencia y la oferta de empresas de desarrollo tecnológico de escala mundial que permita el acceso a tecnología enfocada en la producción agrícola, pues resulta paradójico que, en pleno siglo XXI, en nuestro país se sigan dando extenuantes y poco productivos debates políticos sobre reforma agraria, que por cierto no deja de ser importante, y no sobre la imperiosa necesidad de incrementar, por ejemplo, la utilización de drones para aspersión y fumigación en el campo colombiano.

3 comentarios en “El potencial del agro colombiano”

  1. Hola Daniel. Te felicito excelente publicación. Mi clara y concisa. En un aparte de tu articulo falto adicionar a lo que comentaste que igualmente se requiere el compromiso del sector financiero para que los campesinos tengan acceso a créditos agropecuarios con tasas de interés blandos y acompañamiento de manejo de los mismos recursos, porque muchos toman esos dineros y se desvían a otros gastos diferentes a lo que inicialmente fueron planeados. Un fuerte abrazo.

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